El riesgo de contraer la enfermedad del COVID-19 en pacientes cardiovasculares depende de estar expuesto a un sujeto infectado. En la actualidad se desconoce si tener una enfermedad cardiaca facilitaría el contagio, aunque no parece probable.
“Lo que sí sabemos es que las personas con enfermedades cardiacas pueden tener peor pronóstico”
En concreto, un artículo que acaba de publicar The Lancet sobre los primeros casos de COVID19 en China, indica que en el grupo de pacientes que sufrieron un desenlace fatal padecían más frecuentemente patologías como la hipertensión arterial, diabetes mellitus o cardiopatía isquémica. No obstante, cuando analizaron todos los factores en conjunto, la edad avanzada continua siendo el factor que más se relaciona con un pronóstico adverso.
Los pacientes de edad avanzada son especialmente vulnerables al COVID-19.
“Están inmunodeprimidos debido a su edad lo que, junto a la existencia de una enfermedad crónica cardiaca, hace que tengan más riesgo de desarrollar complicaciones a nivel pulmonar como neumonía simple o neumonía bilateral y, por tanto, más riesgo de morir de distrés respiratorio”